Se trata de Santiago (26) y Valentina (28) Ochoa, dos hermanos de nacionalidad colombiana que emigraron de su país desde muy jóvenes en busca de oportunidades académicas y laborales.
Ambos nacieron en Pereira o como se le suele llamar comúnmente ‘’la capital del eje cafetero’’. Después de culminar la etapa escolar se empezaron a interesar por acceder a una universidad pública de carácter gratuito, condición que en Colombia nunca iban a encontrar. Por esa razón, en el año 2011 deciden emprender vuelo hacia Buenos Aires con el objetivo de iniciar sus estudios universitarios, Valentina medicina y Santiago música. 
‘’Fue un riesgo muy grande, nunca habíamos salido del país y se nos hizo difícil acostumbrarnos a una cultura totalmente ajena para nosotros, pasamos por varios trabajos y estábamos convencidos de que no queríamos seguir trabajando para otra persona, teníamos que emprender’’, dijo Santiago. Tuvieron años complicados y cuentan que estuvieron a punto de tirar la toalla para regresar a Colombia y encontrarse de nuevo con su familia, debido a que, en ciertas ocasiones fueron explotados laboralmente por no tener el papeleo correspondiente, específicamente el DNI para poder trabajar de forma legal en el país.
En el año 2013, Valentina abandona su carrera para dedicarse a trabajar como secretaria en una importadora de café y posteriormente se consolida como accionista y vicepresidenta gracias a su entusiasmo y capacidad para hacer negocios. Esa experiencia le ayudó a inclinar sus intereses por el lado del comercio exterior, dejando atrás la medicina. Ese giro en la historia es el detonante de Café Pues, razón social que le dieron a su propia marca de café colombiano que actualmente se comercializa por pequeños distribuidores en capital federal.
Importación de café colombiano como alternativa de negocio
Crear una marca de café totalmente nueva parecía una lotería, conseguían éxito o directamente perdían todo el esfuerzo invertido, no había otro camino. 
Mientras Santiago se ocupaba de seguir en su carrera como pianista y ofrecer varios recitales con su orquesta de salsa, Valentina realizaba viajes de trabajo a Colombia en búsqueda de una exportadora de café. ‘’Viajaba a Colombia cada año para visitar a mi familia, pero siempre tenía trabajo, como Pereira es una ciudad cafetera afortunadamente pude encontrar una empresa que más tarde se convertiría en el mayor proveedor de Café Pues, Colsuaves, que no solo fue alianza estratégica para exportar el café de nuestra marca sino también para Latincor S.A, empresa donde trabajo actualmente.’’
Una vez hechas las importaciones, Santiago ofrecía el café en todos los rincones de la ciudad hasta que poco a poco fueron fidelizando a sus clientes. La micro empresa resultó ser próspera y se convirtió en una marca registrada en La Argentina.


Café Pues cuenta con dos presentaciones de 500 gramos, uno en envase neutro de plástico y aluminio de color negro con su respectiva etiqueta y otro premium envasado en aluminio y en la parte externa acartonado estampado con los detalles de marca. En la actualidad generan empleo a doce personas que distribuyen café; alrededor de diez establecimientos lo comercializan, incluyendo Café Martinez y se venden aproximadamente 250 kilos al mes. 

Estos hermanos aspiran a que su emprendimiento continúe en ascenso para exportar café en otros países de América Latina con el fin de ampliar el mercado y lograr un mayor reconocimiento de marca. Coinciden en que están satisfechos con los frutos que ha generado el negocio, además se sienten complacidos de compartir con los argentinos un poco de la cultura colombiana y esperan seguir haciéndolo durante los próximos años. 

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